martes, 31 de mayo de 2016

El niño Fonzi


Erase una vez un bebe de pecho, de familia bien, becario, educado en una prestigiosa universidad católica, que diseñó su carrera empujando la sociología y cosechando contactos, fruto que luego lo impulsarían en su “floreciente” carrera como artista.
Como todos los petisos, el muchacho necesitaba estirarse chamuyando a las chicas con sus relatos del “Broken Man”, un enorme festival electrónico, en el desierto de Chihuahua de Texas, argumentando haber oficiado de dj ocasional, lo cual reprodujo en un reportaje web diseñado por sus contactos amigos para tal fin. Lo que sí se, es que la organización de dicho festival posee un estricto banner de programación que incluye artistas tales como Maceo Plex y no permite que ningún amateur avezado y atrevido se suba a las cabinas a toquetear las cdj Nexus de prestado. Pero eso no le importaba a Diego Fonzi, que aprovechó la ocasión para fotografiarse como fan cholula disfrazado de cowboy junto a un famoso artista local que fué visitante de tan concurrido festival. Fotos mixeando el? Ninguna.
Esta corta experiencia de niño raver internacional lo cebó lo suficiente para organizar junto a sus secuaces una versión local de dicha party en el campo de pa o en el campo de ma de alguien. Pero cuando asistí con mis amigos se trataba de una quinta llena de calor para enjuagar en una pile, con escasos asistentes y aburrida música house sin pimienta para bailar, que nos hizo volver en la misma camioneta que nos llevó.
Como no logró mayor notoriedad exponiendo comentarios político-sociales en su muro de Facebook (de carácter público), comenzó a autofilmarse sets caseros de deep house algo caretón, en su ordenado y prolijo departamento de San Isidro a los que titulaba “North Sessions” en Youtube. A estos sets invitaba a djs con bastante mayor talento que el, y de paso cañazo: ir cosechando nuevas amistades y mas contactos.
Como no llegó ni a las 500 reproducciones de dichos videos, la inteligencia de nuestro niño Fonzi lo condujo a crear una productora de fiestas junto a dos socios, uno de los cuales que vivió unos años en Canadá, puso toda la papota para el proyecto mientras Fonzi ofrecia sus contactos sociales. Esta productora WorldTrain diseñó una gran fiestonga techno palera masiva y machacante con buenos RRPP pagos para 300 personas, incluyendo bailarinas sadomasoquistas y famosas drugqueens pero dentro de una exfábrica de galletitas para poder encuadrar a esta fiesta como under en la escena argentina. Esta fiestita hace un par de años logró llamar la atención a través de una extensa nota periodística por única vez, con la que Dieguín se luce en cada conversación sobre su carrera hasta hoy día en cada bocadillo que puede atesorar.
Si bien nuestro fruncido y soberbio niño Fonzi no es amante de las grandes fiestas electrónicas ya que es enemigo del rockandroll químico, organizó en Facebook junto a otros djs una marcha en la Torre de los Ingleses con el objeto de detener las prohibiciones del Estado hacia la música electrónica. Pero lo que parecía ser una gran expectativa convocante terminó reducida a unas 30 personas bajo el frío que empujó a huir al niño Fonzi apenas me iba con mi equipo de trabajo de “Much Music”, en la Van que el canal habilitó para cubrir la pretendida marcha y no lo terminó haciendo porque no había nada para cubrir. No pudo salir en televisión con su bandera de “La música no mata” y nuestro héroe volvió a su casa de San Isidro con la cabeza gacha y sus jeans rojos.
Pero este fracaso no opacó las ansias de notoriedad de Diegui. Su facilidad para los contactos y amistades influyentes ya había desembocado en “Vomo Producciones”, de donde sus amigos rápidamente lo ubicaron como warmup de una estrella internacional en un importante club de la ciudad, justificando su presentación bajo una pretenciosa biografía que menciona grandes estrellas internacionales que compartieron cabina con el niño Fonzi. La enorme curiosidad de mi colaborador de redacción buscó esas fechas por Google encontrando que Francesca Lombardo solo fué la productora de uno de los tracks de un track list que este muchacho publicó en una página de salidas nocturnas y que las otras figuras consultadas que supuestamente han tocado con Diego Fonzi en realidad han compartido cabina con el dj FONZI, nacido en Barcelona, poseedor de dos sellos discográficos de acuerdo a lo que la biblia verdadera de todo dj declara en Resident Advisor, sitio en el que no se encuentra registrado Diego Fonzi tras la botonaza leyenda “Your search returned 0 results”. Aprovechando el mismo apellido FONZI, el Diego Fonzi se anotó muy bien para diseñar cuidadosamente su nutrido pasado inexistente.

Donde terminarán los deseos sexuales de reconocimiento masivo nuestro niño Fonzi? No lo sabemos, pero mientras tanto sigue invitando a los amigos y colegas que puede a sus sessions privadas y a su pileta climatizada de los amenities de su costoso edificio de San Isidro.

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