miércoles, 25 de mayo de 2016

El pibe públicas


Un avispado chaboncito de 22 que con sus ojos verdes encandiló solo por una noche a mi blonda hermana menor que como todas nosotras terminó diciendo “no tomo nunca más”, comenzó su carrera en C.A.B.A tras haber hecho estragos en su localidad del conurbano bonaerense de origen.
Se trata de Paco Crush. Que hacía muchos crash.
Paquito llegó a estas tierras pisando fuerte con sus ojos claros, su chamuyo envolvente y las drogas de calidad que vendía y ofrecía por inbox descaradamente, superando a cualquier clasificado virtual.

Las fotos de página del club que promocionaba era un Mercado Libre Nighlife que ofrecía todo: hostess teenagers ávidas por 5 minutos de fama bailando semienbolas en rincones destacados del club, vips colmados con baldes de champagne barato e imitaciones de primeras marcas de ropa, sonrisas de dientes blancos con tratamiento en centros de estética dental promocionados en avisos del subte D, bronceados de cámaras solares, anillos dorados adquiridos en Plaza Francia pero que acusaban de bañados en oro y por supuesto, lo que nunca falta en toda fiesta pseudoelectrónica: djs olvidados o aspirantes a warmups de la gran cabina de dicho club.
A medida que la nariz de Paco fue convirtiéndose en un oso hormiguero, el esfuerzo de su trabajo de floreciente públicas iba menguando a medida que su versión robot clavaba en inbox y sin anestesia, flyers y avisos del club con promociones a todos sus contactos de Facebook con “mesas vip 1000p, damas free hasta 2AM, happy hours hasta las 0 hs de cerveza, Vodka con Speed, Fernet, Campari y Roncola Superstars” y estacionamiento free. Por supuesto que la materia prima de las bebidas blancas era de la marca más económica de la industria nacional.
Paco era un públicas multimedia con varias actividades de las que recibía algunos vueltos, entre las que se destacaba el de presentar vistosas señoritas a un señor próximo a la jubilación pero enfundado en campera de cuero negra, chupines y canas apagadas con Kolestone marrón ceniza, que les ofrecía hacer “presencias” por 50 mangos la noche más 3 consumisiones. También Paquito era el encargado de presentar cabineras nivel 5 que hablaban inglés a los djs internacionales de turno, a espaldas del tour manager.
Nada detenía a Paco, pero su sueldo de públicas y sus changuitas clandestinas no alcanzaban a cubrir su tren de vida y su caro vicio. Llegó a convertirse en viudo negro precoz aterrizando en la casa de mujeres de mediana edad, necesitando dormirlas ya que su erección peneana era inversamente proporcional a su mandibuleo. Pero el descuido de Paco llegó a cometer un error fatal: la billetera y el Iphone de la mujer de uno de los amigos del señor próximo a la jubilación.

Y así fué como un mediodia Paco despertó milagrosamente en una vereda del Abasto, con sangre seca color malbec en su remera, sin trabajo, con su desactivada mandibula rota, altas inflamaciones oculares y hematomas de distinas dimensiones creyendo que al abrir los ojos estaba entrando en una dimensión desconocida. Perdon: descosida.

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