Un avispado chaboncito de
22 que con sus ojos verdes encandiló solo por una noche a mi blonda
hermana menor que como todas nosotras terminó diciendo “no tomo
nunca más”, comenzó su carrera en C.A.B.A tras haber hecho
estragos en su localidad del conurbano bonaerense de origen.
Se trata de Paco Crush. Que hacía
muchos crash.
Paquito llegó a estas
tierras pisando fuerte con sus ojos claros, su chamuyo envolvente y
las drogas de calidad que vendía y ofrecía por inbox
descaradamente, superando a cualquier clasificado virtual.
Las fotos de página del
club que promocionaba era un Mercado Libre Nighlife que ofrecía
todo: hostess teenagers ávidas por 5 minutos de fama bailando
semienbolas en rincones destacados del club, vips colmados con baldes
de champagne barato e imitaciones de primeras marcas de ropa,
sonrisas de dientes blancos con tratamiento en centros de estética
dental promocionados en avisos del subte D, bronceados de cámaras
solares, anillos dorados adquiridos en Plaza Francia pero que
acusaban de bañados en oro y por supuesto, lo que nunca falta en
toda fiesta pseudoelectrónica: djs olvidados o aspirantes a warmups
de la gran cabina de dicho club.
A medida que la nariz de
Paco fue convirtiéndose en un oso hormiguero, el esfuerzo de su
trabajo de floreciente públicas iba menguando a medida que su
versión robot clavaba en inbox y sin anestesia, flyers y avisos del
club con promociones a todos sus contactos de Facebook con “mesas
vip 1000p, damas free hasta 2AM, happy hours hasta las 0 hs de
cerveza, Vodka con Speed, Fernet, Campari y Roncola Superstars” y
estacionamiento free. Por supuesto que la materia prima de las
bebidas blancas era de la marca más económica de la industria
nacional.
Paco era un públicas
multimedia con varias actividades de las que recibía algunos
vueltos, entre las que se destacaba el de presentar vistosas
señoritas a un señor próximo a la jubilación pero enfundado en
campera de cuero negra, chupines y canas apagadas con Kolestone
marrón ceniza, que les ofrecía hacer “presencias” por 50 mangos
la noche más 3 consumisiones. También Paquito era el encargado de
presentar cabineras nivel 5 que hablaban inglés a los djs
internacionales de turno, a espaldas del tour manager.
Nada detenía a Paco,
pero su sueldo de públicas y sus changuitas clandestinas no
alcanzaban a cubrir su tren de vida y su caro vicio. Llegó a
convertirse en viudo negro precoz aterrizando en la casa de mujeres
de mediana edad, necesitando dormirlas ya que su erección peneana
era inversamente proporcional a su mandibuleo. Pero el descuido de
Paco llegó a cometer un error fatal: la billetera y el Iphone de la
mujer de uno de los amigos del señor próximo a la jubilación.
Y así fué como un
mediodia Paco despertó milagrosamente en una vereda del Abasto, con
sangre seca color malbec en su remera, sin trabajo, con su
desactivada mandibula rota, altas inflamaciones oculares y hematomas
de distinas dimensiones creyendo que al abrir los ojos estaba
entrando en una dimensión desconocida. Perdon: descosida.
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