jueves, 10 de noviembre de 2016

ZAIRA




No era la Nara. Solo era Zaira. Ex-model, de cierta particular belleza en sus tiempos mozos, y extremadamente delgada, comenzó sus pasos de chica dj noviando con un dj de poca monta, que no se sabe si aun sigue siendo dj. Al mismo tiempo, comenzó su carrera de semi yunkie empolvándose la nariz a grandes bocanadas. Pero apenas comenzo a tener ciertos desacuerdos con su noviecito aspirante a dj, se entregó a los brazos de otro dj de un escalón mas, Obam, que en ocasiones warmupeaba en un histórico y conocido miniclub de house, actualmente devenido en fotógrafo amateur de señoritas. Pero los encantos de Zaira continuaron cmpalagando a varios señores de la música electrónica.
Rápidamente subió de posición al provocar una riña de gallos por su pollita entre el otrora dj Obam y un productor de grueso calibre llamado “Gutzer”. Su carrera comenzó a despegar astronómicamente tocando con djs de nombre gordo y clubs de mas alto rango dentro de la escena nacional. Hasta se atrevió a pretender exhudar sus encantos a un fuerte resident de techno en nuestro querido y primer “Coco”, que ha compartido cabina con Zaira.
Pero había un serio inconveniente en la escalera musical de Zaira. Y era su dulce apego a la sustancia amarga. No se sabe bien porque desapareció raudamente de la escena local, pero ahora se la ve presuntamente rehabilitada del mundo de la noche, promocionando en una de sus dos cuentas de Facebook clases de yoga y apareciendo en una foto con profundas ojeras y una forzada semisonrisa ofreciendo un libro de Sanacion Profunda y diciendo: “Recomiendo! Alimentación a conciencia!
Lo unico que no puede objetarse de esta muchacha es que mas alla de sus antiguas pretensiones de ser una estrella fugaz de la noche, continuó su amor por la música, diciendo “Music is the answer” en su supuesto estudio con varios instrumentos midi.
Podia salvarse creando un track o un EP que diera que hablar, pero en lugar de eso se la ve stalkeando a un groso productor y haciendo trompita en un post denominado “Studio Time!” con su piano de fondo y un cadavérico rostro con señales de un tiempo agitado. El mismo piano quizas que ha puesto en venta, y no ha rendido sus frutos porque no hemos visto un solo track de Zaira en la web.
Una de sus frases preferidas es “El cuerpo grita lo que la boca calla”; finalizando con “La enfermedad no es mala, te avisa que te estas equivocando de camino”. Pero para que no se note, postea una foto fuera de foco mostrando su pancita de top blanco a los 14 y a continuación agitando “Trance” a su foto de perfil, una desgarbada mujer de musculosa negra y mirada perdida, escondida en un flequillo despeinado.

Como tantas mujeres en el mundo de la música, es un ejemplo mas de quizá una débil mujer de buen corazon, que debio unir su agotada fuerza a sus encantos femeninos porque su alma no era lo suficientemente fuerte para convivir en un mundo desparejo, tan desparejo como su flequillo. Y ya sabemos que lo parejo no existe en un mundo donde impera la ficción.

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