Erase una
vez dos muchachotes intrépidos que flashearon poder, fama y alta
noche y decidieron asociarse para ser los Reyes del Mambo
Electrónico. De mis investigaciones a concurrentes de un conocido
evento de los jueves en una pizzería palerminiana, pude averiguar
que Rambito era dj residente de este ciclo y Rambo era el dueño del
circo, perdón, de la pizzería.
Ambos socios
soñaron con formar su imperio de la noche, tal como aquellos
hermanos ñoños de la película “Una noche en el Roxbury”
también conocida como “El triunfo de los Nerds”, donde los
hermanos sin onda Doug y Steve Butabi pasaron de ser inicialmente
rechazados en la puerta de un famoso club nocturno hasta fundar su
propio club, estigmatizados bajo el tema noventero pop dance de
Haddaway: “What is love”.
Y pronto
Rambito y Rambón lo lograron, gracias al aporte artístico y musical
de Rambito (el mas petiso) y la tarasca y los contactos de Rambón
(el más alto).
Hoy día,
arrasan con una “Remutamadre” en un famoso subsuelo de Recoleta,
bajo una bizarra propuesta artística y el loguito cornudo de un man
trajeado de oficina con cabeza de ardilla y cuernos de alce. Un amigo
me ha reenviado cosa de un año atrás, una canción de Electrochongo
como jingle publicitario de una de sus fiestas. A Rambito, como dj
residente de “Remutamadre” se lo ha visto en la cabina tocando
con un turbante blanco, que adorna su cabezota de “Sultán del
Swing” en su flamante dinastía de cotillón.
Me han
contado también ciertos djs, que ambos socios y sus secuaces
colaboradores, los han engatusado con invitarlos a tocar a
“Remutamadre” si tocaban antes unas cuantas veces gratis los
jueves en la pizzería palermitana. Y si hablamos de ganancias de
estos pobres muchachos, los pocos que han llegado a “Remutamadre”
han recibido un curioso fee de chirolas pa varias birris en donde a
juicio de los mismos, estos señores sacaban una buena tajada de la
recaudación final total para ellos mismos.
Pronto
Rambito y Rambón, decidieron ampliar su imperio romano-otomano
apadrinando otras fiestas organizadas por djs de su elenco estable,
tan estable que los mismos djs se repetian una y otra vez en los
flyers del subsuelo de Recoleta, bajo el ritmo de un house caduco,
aburrido, conguero y cantadito. En una de esas fiestas, Rambito
publico una promo en Facebook invitando a sus amigos etiquetados a
repostear la publicidad de la fiesta que apadrinaba bajo su ala a
cambio de participar en un sorteo de 40 birris de una conocida marca.
Algo asi como hacerlos laburar de publicas virtuales a cambio del
“siga participando” pa´ unas birritas. Mi amiga de la redaccion
que vio el curioso post me dice divertida: “Lindo. Se sortea un
Carefree usado. Se copan?”.
Y si de
ambición se trata, sacaron una plataforma virtual para promocionar
nuevos tracks de jóvenes e ignotos productores simpatizantes de esa
movida, llamado “Batathey”, donde puede observarse un notorio
autobombo de tracks de Rambito en el chart oficial justo debajo de
los de Hernán Cattaneo. El lanzamiento de “Batathey” fue a puro
fuego, lanzando risas y polémicas a través de las visualizaciones
de los divertidos visitantes: el chamullo publicitario de la
plataforma que anuncia el acceso con tu “paswor” a diversas
promesas encabezadas por un muñequito Playmobil con una remera que
dice “DJ” sosteniendo una gran moneda con el signo $, diciendo a
los intrépidos djs y productores cosas como “trabajamos duro y
queremos que los artistas reciban el reconocimiento que su trabajo
merece,” y “además le pagamos”, “sumate, hacete visible hace
que te escuchen”; también ofrecen “descuentos en negocios y
mucho más” para finalmente cerrar con un “podes acercarte a
nuestras oficinas”, cuando la única oficina conocida hasta ahora
es la barra de la pizzeria.
Pero
esperen, por si esto fuera poco, acaban de lanzar otra interesante
aventura musical: “Adan y sus Evas”, donde Adán es el dj varón
invitado por las damas que lo escoltan en la cabina del mismo coqueto
subsuelo de Recoleta. El lanzamiento del evento fue coronado con un
flyer con personajes de comic salpicado con sangre fucsia, anunciando
el nombre del famoso invitado.
La fórmula
comercial y picaresca de Rambito y Rambón parece no tener fin, pues
poseen la habilidad de llenar el boliche de 200 concurrentes que
nunca pueden faltar en este tipo de festicholas: el público habitué
que posee el club, curiosos, amigos de los djs y del club del clan,
amigos de estos amigos y djs lobbistas habituales que con su
presencia esperan sembrar varias semillitas para llegar a ser djs
invitados de estas imperdibles fiestitas.
Serán
reconocidos en todos los medios “Rambito y Rambón” para llegar a
la fama a nivel nacional? Llegarán a una nota en la revista del
Clarin? (La Nación creemos que no). Serán convocados por Fantino en
“Animales Sueltos” para contar sus experiencias?. El tiempo lo
dirá, pero mientras tanto estos compañeros de aventuras siguen
cosechando porotos de notoriedad pública disfrazada de underground
local.
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