Erase una vez una princesita de veinte, que aterrizó en tierras porteñas desde su Mesopotamia dulce para estudiar modelaje. Francisca se llama como su madre (que también fue una bella joven con su carrera de modelo frustrada por casarse en primerísimas nupcias con un buen terrateniente).
Dada su escasa profundidad emocional y espiritual (ni hablar de cerebral), ella estaba segura de que con su sola belleza podía cautivar a hombres y hombrecillos para conseguir sin esfuerzo todo aquello que deseaba: free pass, tragos, drogas, taxis, cenas en restaurantes, etc, etc, etc.
Muchas veces le salía bien, otras no tanto: chupeteaba de los vasos de sus acompañantes del momento o alguno le compraba un pancho en un kiosko si esa noche no cenó.
Todo el dinero que sus progenitores le depositaban como cuota de hijita que aun era muy joven para querer trabajar, se la patinaba en rolas, roleros y otros derivados.
Su pasado de sustancias no estaba exento. Tiempo atrás estuvo enrejada en Rehab y en su haber habita un mesopotámico exnovio dealer de alegría importada de la gran ciudad en el auto donde la traía en sus escapadas a Baires.
Iba gratis a fiestas del underground donde la invitaba/llevaba algún amigo RRPP, se apuraba para llegar antes de la hora de corte de la lista o conseguía algún ticket caído del cielo. Pero a veces ese cielo podía transformarse en infierno. Un ejemplo podía ser caer en un sitio plagado de beats comerciales o de ignotos djs de dudosa música y un flyer de pésimo gusto. Porque la princesita no sabia nada de djs, productores y demás. No le importaba la calidad: solo bailar sin parar, pegar chicos lindos o pegársela tan duro como para terminar en un after de Lomas de Zamora. Siempre se las terminaba arreglando porque alguien la llevaba o la traía en auto sin pagar un solo peso. A todos los llamaba "amigos".
Si uno le preguntaba el porqué tanto desenfreno ella simplemente contestaba:
- Porque allá no hay nada de todo esto, olvidate! (refiriéndose a su pueblo de origen).
No se caracterizaba precisamente por su onda o dulzura. No tenia amigas. Solo nuevos y mas nuevos amigos varones a medida que se cansaban de sus desplantes, su malhumor cuando las cosas no le salían como esperaba a cortisimo plazo, o simplemente cuando ni siquiera le decía gracias al amigo del amigo con billetera vacia que le terminaba comprando su trago preferido: vodka con speed. Por supuesto que no le interesaba si le ponían Moskovita que corriera en sus entrañas.
- Es que me chupa un huevo - era la frase de su rosario de cabecera.
Mientras sigue proclamando que ella en realidad quiere un novio "en serio", la seriedad de sus chongos de turno se pregunta: Donde encontrará próxima pista Francisquita? En el suelo de una fiesta masiva de Smiles vencidas? En brazos de algún Superman extranjero a quien desplumar? O como Blancanieves con 7 Minions enanos bailando en sus jóvenes neuronas? Llegará a las grandes pasarelas con su escasa altura en plataformas tridimensionales? La veremos en un afiche de Selú en alguna lencería del Microcentro? O simplemente tendrá q enviar selfies y videitos en ropa interior a los pibes para continuar recibiendo free pass cuando su manijera vida apague su belleza?
putita descerebradaaaaa anda a hacerte la linda con otro que no sea mi chico!
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