Erase una vez un bebe de
pecho, de familia bien, becario, educado en una prestigiosa
universidad católica, que diseñó su carrera empujando la
sociología y cosechando contactos, fruto que luego lo impulsarían
en su “floreciente” carrera como artista.
Como todos los petisos,
el muchacho necesitaba estirarse chamuyando a las chicas con sus
relatos del “Broken Man”, un enorme festival electrónico, en el
desierto de Chihuahua de Texas, argumentando haber oficiado de dj
ocasional, lo cual reprodujo en un reportaje web diseñado por sus
contactos amigos para tal fin. Lo que sí se, es que la organización
de dicho festival posee un estricto banner de programación que
incluye artistas tales como Maceo Plex y no permite que ningún
amateur avezado y atrevido se suba a las cabinas a toquetear las cdj
Nexus de prestado. Pero eso no le importaba a Diego Fonzi, que
aprovechó la ocasión para fotografiarse como fan cholula disfrazado
de cowboy junto a un famoso artista local que fué visitante de tan
concurrido festival. Fotos mixeando el? Ninguna.
Esta corta experiencia de
niño raver internacional lo cebó lo suficiente para organizar junto
a sus secuaces una versión local de dicha party en el campo de pa o
en el campo de ma de alguien. Pero cuando asistí con mis amigos se
trataba de una quinta llena de calor para enjuagar en una pile, con
escasos asistentes y aburrida música house sin pimienta para bailar,
que nos hizo volver en la misma camioneta que nos llevó.
Como no logró mayor
notoriedad exponiendo comentarios político-sociales en su muro de
Facebook (de carácter público), comenzó a autofilmarse sets
caseros de deep house algo caretón, en su ordenado y prolijo
departamento de San Isidro a los que titulaba “North Sessions” en
Youtube. A estos sets invitaba a djs con bastante mayor talento que
el, y de paso cañazo: ir cosechando nuevas amistades y mas
contactos.
Como no llegó ni a las
500 reproducciones de dichos videos, la inteligencia de nuestro niño
Fonzi lo condujo a crear una productora de fiestas junto a dos
socios, uno de los cuales que vivió unos años en Canadá, puso toda
la papota para el proyecto mientras Fonzi ofrecia sus contactos
sociales. Esta productora WorldTrain diseñó una gran fiestonga
techno palera masiva y machacante con buenos RRPP pagos para 300
personas, incluyendo bailarinas sadomasoquistas y famosas drugqueens
pero dentro de una exfábrica de galletitas para poder encuadrar a
esta fiesta como under en la escena argentina. Esta fiestita hace un
par de años logró llamar la atención a través de una extensa nota
periodística por única vez, con la que Dieguín se luce en cada
conversación sobre su carrera hasta hoy día en cada bocadillo que
puede atesorar.
Si bien nuestro fruncido
y soberbio niño Fonzi no es amante de las grandes fiestas
electrónicas ya que es enemigo del rockandroll químico, organizó
en Facebook junto a otros djs una marcha en la Torre de los Ingleses
con el objeto de detener las prohibiciones del Estado hacia la música
electrónica. Pero lo que parecía ser una gran expectativa
convocante terminó reducida a unas 30 personas bajo el frío que
empujó a huir al niño Fonzi apenas me iba con mi equipo de trabajo
de “Much Music”, en la Van que el canal habilitó para cubrir la
pretendida marcha y no lo terminó haciendo porque no había nada
para cubrir. No pudo salir en televisión con su bandera de “La
música no mata” y nuestro héroe volvió a su casa de San Isidro
con la cabeza gacha y sus jeans rojos.
Pero este fracaso no
opacó las ansias de notoriedad de Diegui. Su facilidad para los
contactos y amistades influyentes ya había desembocado en “Vomo
Producciones”, de donde sus amigos rápidamente lo ubicaron como
warmup de una estrella internacional en un importante club de la
ciudad, justificando su presentación bajo una pretenciosa biografía
que menciona grandes estrellas internacionales que compartieron
cabina con el niño Fonzi. La enorme curiosidad de mi colaborador de
redacción buscó esas fechas por Google encontrando que Francesca
Lombardo solo fué la productora de uno de los tracks de un track
list que este muchacho publicó en una página de salidas nocturnas y
que las otras figuras consultadas que supuestamente han tocado con
Diego Fonzi en realidad han compartido cabina con el dj FONZI, nacido
en Barcelona, poseedor de dos sellos discográficos de acuerdo a lo
que la biblia verdadera de todo dj declara en Resident Advisor, sitio
en el que no se encuentra registrado Diego Fonzi tras la botonaza
leyenda “Your search returned 0 results”.
Aprovechando el mismo apellido FONZI, el
Diego Fonzi se anotó muy bien para diseñar cuidadosamente su
nutrido pasado inexistente.
Donde terminarán los
deseos sexuales de reconocimiento masivo nuestro niño Fonzi? No lo
sabemos, pero mientras tanto sigue invitando a los amigos y colegas
que puede a sus sessions privadas y a su pileta climatizada de los
amenities de su costoso edificio de San Isidro.