miércoles, 31 de agosto de 2016

Pepita La Pistolera

Era una cuarentona muy fiera como para seducir muchachos, y que le gustaban mucho los djs. Tanto le gustaban que a los mas inexpertos o no tan convocados les otorgaba contactos para una fecha a cambio de una buena murrita. A algunos jovencitos clubbers los seducía regalandoles caras y ricas rolas en las fiestas. Fue novia de señores grandes también: un famoso y cotizado dj que terminó bloqueándole la entrada a los clubes donde el tocaba despues de huir de ella, y de otro señor distribuidor de frangancias. Con ambos ha contado que estuvo a punto de casarse, con vestido blanco, muebles y todo, situación de dudosa credibilidad.
Cambió mucho de amigos. Ella adoptaba nuevos amigos intimos con los cuales chatear y mandar audios diarios para confiarles sus problemas que sus mas incondicionales amigos estaban cansados de escuchar, pero que tiempo después se transformaban en sus enemigos. Según ella, todos terminaron siendo malos con ella. Y todos eran culpables de su malestar. Parece que se trata de una chica que al hacer sociales adoptando nuevos amigos habla muy mal de sus antecesores diciendo que ella es la buena de la película y mi abuelita me decía que cuando una persona dice siempre que es buena en realidad no lo es. Pero en fin.
No se supo nunca si recibía atención psicológica o psiquiátrica que la ayudara realmente a esta muchacha, pero he oído en mis investigaciones toda clase de historias en las que ella fue víctima de sus nuevos enemigos: de un gatito de la noche que acusó de ladrón a su mejor amigo y encima le quiso robar un chabón de ella, de un joven dj que la clavó con la cuenta de un restaurant, de una amiga de una dj amiga que la presionó sin escrúpulos para que le devolviera un objeto que no era suyo, de una conocida dj que la amenazó reclamandole el dinero de un pasaje de barco que suuestamente le sacó de prepo a Uruguay sin consultarla (cosa sospechable mas aún si necesitó preguntarle el número de documento para sacarlo), de que una cabinera le robó su cartera (sin que sea siquiera su amiga y este cerca de ella esa noche), y de la prima de una conocida que la clavó mal prometiéndole el alquiler de un departamento que ella poseía (sin necesitar garantía) y cuando estaba lista para ocupar el depto el primer día, al hacer las valijas dejando a su marido, se encontró con una bocha de mensajes sin responder. Mas tarde, ella diría que jamás le dijo nada. Que todo era un invento de la atonlondrada chica.
A ella le encantaba ser la madama de la fiesta y la públicas de todo su séquito, se encargaba de llamar por teléfono para reservar mesas en bares, de hacer conseguir la mafafa para el grupete, de hacer “amistades” con dueños de locales y hombres de cierto poder en la noche.
Es una supuesta licenciada sin el cuadro del título en la casa, con sueldo en negro y sin tarjeta de crédito.
Y se cuenta que a esta chica le gustaba tanto la milonga que la vieron en el patio de un conocido resto taparse la nariz con servilletas porque el tabique le estalló jugandole malas pasadas.
A Pepita no la hace reir ni la Pepa porque se la ve siempre con cara de culo. Nadie sabe porque tiene un grupito muy reducido de incondicionales amigos, pero quiza esta chica dentro de su locuacidad y arrebato tenga gente que la quiera.
Por suerte nunca me la he cruzado pero la he visto en fotos de facebook tapandose los ojos con gafas negras, vistiéndose toda de negro y posteando frases denunciativas de una realidad que sólo ella ve con sus propios ojos.
No hay mucho mas que decir sobre Pepita, una chica intensa y de carácter, dispuesta a hacer lucha en el barro con futuras victimas de sus finas garras. Es un personaje común como tantos de estos personajes de la noche porteña que aparecerán y desaparecerán bajo las luces led de algún cartel de la puerta de un club que diga “EXIT”.


martes, 23 de agosto de 2016

Goldies In Decks!

Podría ser el título de una película para yankees teenagers. Pero no. Es un b2b de dos sensuales mujeres djs. Una rubia. La otra morocha. Diferentes orígenes. Diferentes estaturas. Una posee más dinero que la otra en su cuenta bancaria. Pero tienen algo en común: su porte felino, emblematizado por sus looks particulares y por su estética singular, proclamando furiosamente una femeneidad bañada en erotismo. Así como se habla de aquellas alhajas bañadas en oro. Pero que no son de oro. El 24 quilates de estas dos puede observarse en numerosas fotografías artísticas que utilizan para ofrecerse al mejor postor. Perdón, al mejor promotor de fiestas: en una fotito se las puede ver juntitas, agarraditas de gran bola espejo de bolichon, destilando brillitos, enfundadas en vestidos cortos que dejan ver sus delgadas y mágicas piernas con botas bucaneras, en otra foteli se las puede ver jugando a las divas con ojos de rimmel negro de grueso grosor, una con sombrerito negro gardelero y la otra de lentes negros redondos con el signo de la paz tallado con strass.
A la rubia, que se define como dj, vj y productora (?), la mitad rubia de Goldies In Decks, casi licenciada y amante de la buena vida, le encantan los vinos caros y por supuesto es la mas vistosa. Por haber nacido con ojos claros y un cuerpo claramente entrenado, tiene varios candidatos en stock, abrazando su perrito de peluche blanco (solo que este es de verdad). Hasta llegó a postear una foto bañando el perrito, donde se dejaba ver el nacimiento de sus tetas operadas para llegar a pelotas Medium Size. Y si hablamos de pelota, a la chica le encantó agarrar la número cinco para posar con la camiseta de Argentina que apretaba a rajatabla sus senos proclamando: Vamos Argentina! Porrista en mode on.
La morocha, no tan agraciada en belleza como la rubia, pero si Licenciada recibida, se apuntó a conseguir un solo candidato. Un simpático cincuentón, owner de un sello discográfico y organizador de unas cuantas festicholas electrónicas, quien en un resurgimiento juvenil digno de un divorciado, se la llevó con el de minivacaciones a tocar en una de nuestras veintitrés provincias. Es tan fanática de “Star Wars”, que para algún Halloween raro (o quizá en algún pedido de algún cliente en particular), posó con el casco de un Darth Vader de cotillón, agitando hacia arriba su sable de luz rojo de plástico, pero sin adoptar la capa que envolvía al Real Caballero Jedi, porque esa capa tapaba su torneado físico envuelto en un apretado vestidito negro, bien cortito para mostrar sus piernas engarzadas en medias negras con estrellitas de la fantasía.
A ambas les gusta salir de shopping, pues ganan bastante dinero con el oficio mas viejo del mundo para ser gastado en primeras marcas. Si se trata de salir a correr, la rubia proclama “A entrenar por una cola feliz”, y le encanta el spa. A la morocha le encanta jugar con vinilos, puesto que ha utilizado unos cuantos en el piso para sentarse arriba bien maquillada y esbozando una sonrisa roja como si hubiera acabado de tener un orgasmo.
Ambas femmes marketineras no paran de viajar y facturar, con cientos de flyers por aquí y por allá, porque son un combo perfecto para toda ocasión al ofrecer el producto completo, un dos x uno inigualable: carne sin celulitis ni estrías y largas uñas pintadas en los equipos. Nadie sabe aun si el pecunio dinerario ganado de este dueto sexy en cada Playmate con cabina se compone de tarifa mas fee o fee mas tarifa.
Pero aún no hemos hablado de la música de Goldies In Decks!. La música? Bien, gracias. Pero lo que sí sabemos es que estas féminas no poseen la misma cualidad de las Chicas Superpoderosas, que nunca envejecen.


miércoles, 10 de agosto de 2016

La pista debe ser una fiesta

Eso dijo una conocidísima dj en una entrevista llamada “El sonido en el cuerpo”: Brenda Quirós. En esa entrevista publicada en un diario local plagado de policiales y noticias del chimento y del corazón, esta Brenda fue reconocida como una de las pocas mujeres DJ hace unos cuantos años, como personaje que “hace vibrar los boliches con música tecno”. A este tecno le faltaba la H para ser Techno pero bue, “la adrenalina de hacer bailar multitudes” podría llegar a ser su cantito de cancha..
Decían las buenas y malas lenguas que esta chica tenia un diablo en el cuerpo, como si fuera un diablo musical para que todos quiebren la cadera cuando ella empezaba a mezclar. Precisamente ella comenzó en “La Mala”, un bolichín rockerito haciendo de bartender en la adolescencia y haciendo carrera loca entre polvo y polvo hasta llegar a ser bailarina de un conocido club palerminiano, calzándose las plumas de colores estridentes en los confines de una alta party gay friendy llena de personajes maquillados, tatuados, con diversas performances, drug queens famosas y mucha brillantina.
Pero como la corta juventud llega a su fin, la chica tuvo que hacerse dj. A ciertas bailarinas y modelos les llega el ocaso pronto por ese motivo, mas si el cansancio y el entrenamiento se mezclan con un tirito en la Avenida del Placer.
Esta chica dj, bajo la aguja de su tatuador, decidió clavarse un vinilo que jamás se vio en sus manos, pero la Brenda nos decía que los sonidos siempre le entraban por el cuerpo. Sin escalas se nos fue de pasear desde San Justo a Ibiza mientras también decía que de chiquita jugaba a ser locutora y les ponía cinta a los casettes de mamá para tapar los agujeritos de seguridad y así se podía grabar anunciando las canciones que después levantaba de la radio. Esto delató su edad que acusaba diez años menos según sus dichos en numerosas entrevistas que logró gracias a su fama como “La Reina de la Cabina”. Este bien podría haber sido el nombre de una cumbiamba pero no. Asi le gustaba que la llamen cuando viajaba seguido al interior del país, anunciada en flyers con su foto photoshopeada, mientras mezclaba techno comercial, candombero y conguero Bunga Bunga & Bom Bom Bom.
Si le preguntaban que caracterizaba su técnica, ella se limitaba a declarar: Enganchar con el golpe. Podía ser el título de una canción. Pero no. Cuando fuí a sacar fotos a un boliche donde Bren estaba, se escuchaban golpes cortantes que diferenciaban terriblemente un track de otro, sin pasar por una sutileza o delicadeza que otorgue magia a sus mezclas.
Pero en el 2010 la vida le hizo una mala jugada de pocker. Fue enganchada por vender faloping para su novio narco. Ella anotó las cruces que le faltaban en la gayola de Ezeiza donde tuvo que abrirse camino a las piñas con las mas picantes del pabellón que se peleaban por comerla al spiedo, que porque “ahí, si te haces la buenita fuiste” comentó en un noticiero. Un año y monedazos contó. Pero al fin y al cabo como no hay mal que por bien no venga, este hecho de reclusión mediático la impulsó a la fama para salir en programas como "Infama". Sin embargo, el talento no pudo superar a sus controvertidos orígenes, a pesar de seguir en cartelera incansablemente, facturando techno grasa sin parar hasta el día de hoy. "Todo es por algo" siguió comentando acerca de su mala experiencia engayolada, arremetiendo con “no voy a negar que en algún momento consumí, pero aprendí”. Y lo mas curioso es que siguió consumiendo a raquetazo limpio la muchacha, con causa nula y sobreseída.
Altas partusas se dice por ahí que la Bren se armaba. Nada la detuvo: hombres, mujeres y hasta parejas de hermanos mellizos. A Bren la siguen por ese “algo” que ella no sabe explicar, enarbolando que ella sabe muy bien lo que hace y que se sube a la cabina y se olvida de todo. Entre ketazo y ketaso al mejor estilo Villaloboseano sigue bajando música mp3 de la web, gritando que ella es su propia manager y que en su desvelo de las 4am de un lunes puede aparecer alguien, a cualquier hora y que si le pregunta por una fecha y no responde pierde. Ella cambio la palabra “Vertiginosa” a su vida por “Incesante”. Quedaba mas fino. Pero de fino solo tenía el limado de sus uñas limadas con la lima negra adquirida en la góndola gris de Farmacity.
"Me pasó de todo" diría en una mesa de un reality de djs de Polka. Pero en este momento exacto, no sé, me acompañaría con un tech mezclado con jazz. Las malas lenguas de las locas malas anduvieron diciendo que la Bren se pegó el bicho de la mort. Y si alguien la señala ella le ladra: “el que este libre de manejes, que tire la primera piedra”.